lunes, 12 de abril de 2010

GANAR Y PERDER

Es desalentador no conseguir el objetivo que nos propusimos, con mucha inversión. La frustración es mayor cuando no se consigue aquello que ya dábamos por hecho como en el caso de elecciones, por lo menos en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia. En la actividad electoral hay ganadores y perdedores, por decir de alguna manera, en ambos casos debemos ser objetivos y rigurosamente autocríticos, sin asumir el complejo de Adán: echar la culpa a otros o a las circunstancias, siendo consecuencia de nuestros propios aciertos o errores.
El contexto electoral convierte en oponentes circunstanciales, de ninguna manera en enemigos, por tanto el pataleo infantil de algunos grupos humanos e inclusive de gobernantes, no tienen ningún derecho para desacreditar al Órgano Electoral del Estado, salvo que tengan intención de descabezarlo y someterlo a los lineamientos de un supuesto socialismo indianista (no indígena) sin instituciones que garanticen nuestra buena marcha en su nivel plurinacional. Estamos obligados a trabajar en el desarrollo integral de la gente, que no es aportar con “nuestro granito de arena”, entregamos en ello todo lo que somos como personas que formamos parte de una comunidad que desea vivir en democracia sin atisbos totalitarios. La pasada elección mostró preferencias ciudadanas lo que origina: triunfadores y desilusionados al no contar con el apoyo que creíamos tener, desde ésa realidad objetiva pretender ganar de cualquier forma, es demasiado. No hay nada que festejar ni tampoco lamentar, lo que resta es trabajar dejándonos de sandeces irracionales. Lastimosamente algunos medios audiovisuales de comunicación convirtieron el acto electoral en una especie de transmisión de competencia deportiva, inclusive mellaron la privacidad familiar de algunos candidatos, como si fuese algo legítimo, siendo su obligación elevar el nivel cultural de su público. Recordemos lo fundamental y es que toda autoridad es el sirviente de la población, no así de un sectorcillo de simpatizantes. Es prudente actuar con madurez, mesura y objetividad, no solo se trata de ganar por ganar a como dé lugar jugando con la voluntad de los pueblos. Tenemos que adquirir cultura política que incluye el respeto. XXX

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