viernes, 18 de septiembre de 2009

FALTA DE TINO Federico Escobar Álvarez

La zonificación de los desfiles escolares es provechosa, especialmente cuando los estudiantes lo realizan voluntariamente y en lugares apropiados. Pero son desaciertos cuando las autoridades educativas disponen que estudiantes de la zona del “Temporal” se trasladen a desfilar a “Pacata Baja”, obligando a un desplazamiento que puede acarrear varios problemas. Menos mal que algunos directores tomaron la precaución de contratar movilidades para trasladar a sus alumnos y alumnas, pero también hubo otros que no lo hicieron. Esta bien dar instructivos para la realización de esos desfiles escolares, pero dentro los marcos de la racionalidad, desconocemos los motivos por los que dispusieron ese cambio ya que los de la zona Norte, de nuestra ciudad, realizan su demostración cívica en la “Circunvalación”.
Muchos padres y madres de familia pedimos a las autoridades educativas demostrar tino, sin dejarse arrastrar por un entusiasmo chauvinista, realizando deslazamientos demasiado largos sin cuidar el bienestar del alumnado cochabambino. Otro de los desaciertos de nuestras autoridades es permitir la participación de niños y niñas de algunos jardines de infantes a que desfilen en recorridos largos, por mucho que las mamás y los papás pidan que marchen sus pequeños, no deben permitir ese desatino.
En estos tiempos de cambio, estamos obligados a buscar otras formas de imbuir civismo sin la obligatoriedad de desfilar, especialmente amenazando a los alumnos y alumnas de secundaria con aplazarlos(as) en materias como Historia, Educación Física y otras que nada tienen que ver con un desfile, eso es corrupción. Las cosas obligadas nos llevan a la farsa como realizar desfiles masivos con interminables asistentes, todos obligados, recibiendo y peleando por una ficha en plena realización de la marcha para no ser sancionados. Y la cadena continúa hasta llegar a las organizaciones sociales donde las manifestaciones y los bloqueos son obligados. Nos quedamos en una aparente demostración cívica convirtiéndolo en simple patrioterismo. Todo ello deriva de las disposiciones desacertadas y de los hábitos que imponen a los estudiantes. Cambiemos como seres humanos para luego cambiar esa anti patria de la corrupción, la que comienza con obligar a los estudiantes a asistir a los desfiles y en zonas alejadas.XXX

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