martes, 1 de junio de 2010

REALIZAR GESTIÓN PÚBLICA Federico Escobar Álvarez

Una de las causas para que la gestión se cumpla parcialmente es que las autoridades nacionales y locales están más preocupadas por su imagen política, ocupados en organizar movilizaciones sociales en contra de las aspiraciones de otros sectores sociales. Como en el caso de los padres de familia en contra de los maestros. Otra de las pruebas de la deficiente administración es la “ley corta” que conlleva implícitamente la destitución de los Gobernadores departamentales que estarían calificados como ”opositores” al sistema oficial, por determinación jurídica y no así popular, con el afán de controlar todo, organizando una autocracia opuesta a un verdadero ejercicio democrático.
No están solucionando los problemas de la población como la falta de trabajo, los bajos salarios, el crecimiento de los desocupados, la pobreza y la exclusión. Las acciones políticas se limitan a lo coyuntural dando la sensación general de que gobiernan para un solo sector. Están más preocupados en maquillar la realidad del país, porque las leyes no se respetan, se incumple la Constitución, ni sus propios partidarios la obedecen. Se conculcan los Derechos Humanos bajo diferentes argumentos y falacias, llegándose a afirmar que el Defensor del Pueblo, recientemente posesionado, defienda al Gobierno por considerarse pueblo, no su representante, siendo que la situación es al revés, ya que ésa institución está para velar que los gobernantes y sus organismos no abusen a la gente. Los índices de desarrollo humano nos muestran la realidad en la que vivimos que no condice con las declaraciones oficiales tanto nacionales como locales. Hay corrupción, narcotráfico y de influencias, hay sed de venganza y no de trabajo.
Un socialismo sin principios nos llevará a fatales consecuencias que será muy difícil recuperar. Debemos comenzar a convivir en armonía sin esa manía de perseguir a quienes piensan diferente al oficialismo. La autocrítica es uno de los instrumentos más utilizados por los verdaderos militantes de una izquierda identificada con los desposeídos y es una medida de cualquier proceso revolucionario. Para alcanzar un desarrollo justo es importante una planificación participativa, con adecuada información de los gobernantes. XXX

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