sábado, 9 de enero de 2010

BIENVENIDO 2010 Federico Escobar Álvarez

Apenas quedan los recuerdos de las fiestas de fin y principios de año. Con el pretexto de la interculturalidad muchos participaron de los sahumerios, las uvas, y otras mentiras que convertimos en verdades a fuerza del uso cotidiano. A Dios ya lo pusimos a un rincón, solo las beatas y los beatos estuvieron en los templos agradeciendo a Dios por el año transcurrido y pidiendo sus bendiciones para el 2010, la mayoría de la gente estuvo en los templos de los diosillos Mooloc o Mamón.
La falta de valores entre la mayoría de la gente hace que sustituyan su relación con Dios con prácticas supersticiosas. Hubo un locutor de una radio influyente que desconocía las doce campanadas y le buscaba al tic tac del reloj para ingerir las doce uvas, porque hoy en día casi callaron las campanas de los templos y las congregaciones religiosas dando paso al bullicio materialista del consumismo diario, y el sonido estridente de las tarjetas sonoras.
Nuestras calles se llenaron de mendigos, casi todos norte potosinos quienes desaparecerán para los carnavales volviendo para la cuaresma. Las mentiras de los políticos suman y siguen, los casos de asesinato comunitario de Epizana, Matarani y otros como el del trópico cochabambino masacrando impunemente a sus semejantes, diluyendo los casos según convenga a los partidarios en función de gobierno. Uno de esos casos tenía jurisdicción en Tarata donde una Fiscal hizo el acopio de pruebas, pese a las chicanerías de algunos abogados, el caso misteriosamente pasó a Cliza donde una juez vinculada a esferas oficiales sobreseyó el mismo. Esperamos que este año que estrenamos recién sea un mejor año con personas que cambiaron sus vidas, resaltando y cultivando los valores humanos y religiosos, dejando la superstición a un lado, siendo más veraces, donde los gobernantes busquen la gestión para el desarrollo integral de las personas y no pierdan el tiempo ni distrayendo a la ciudadanía con caserío de brujas teniendo una cola larguísima. Dejémonos de palabrerío y trabajemos por mejorar la calidad de vida de la gente. ¡Basta de payasadas! Y ¡Bienvenido 2010! XXX

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