sábado, 9 de enero de 2010

SOLUCIÓN RADICAL Federico Escobar Álvarez

Si no son los vecinos de Kara Kara, es el mal estado en el que están los carros basureros. Las autoridades tienen que encontrar una solución técnica al problema del botadero de basura, desestimando aquellas que obedecen al cálculo político o la prebenda, de no encontrarse esa solución nuestra ciudad se verá constantemente amenazada por la cantidad de basura llenando nuestras calles y avenidas acompañada de la fetidez propia de esos desperdicios, además de las infecciones que pululan en el ambiente. Colmó la paciencia de la gente la desidia de las autoridades tanto municipales como prefecturales con referencia al tema. Hay un par de proyectos interesantes, pero como no genera plata para las esferas de decisión, entonces no se los toma en cuenta.
Por otro lado la actividad política partidaria, la zalamería y la cacería de brujas obnubilaron a las autoridades pertinentes para solucionar este gran problema que a medida que pasa el tiempo irá creciendo en proporción geométrica en detrimento de nuestra calidad de vida. No solo se trata de buscar un campo adecuado donde botar los desperdicios producidos, sino de aprovechar ese despojo a fin de utilizar sus gases por descomposición y el reciclaje de material. Pese a ser complicado el tema, si hubiese voluntad institucional en la Alcaldía y la Prefectura estamos seguros de que se solucionaría el problema radicalmente. No se trata de buscar parches sino de aunar esfuerzos, realizar sacrificios económicos para encontrar una solución definitiva al tema de la basura que nos inunda cada cierto tiempo.
Los referendos, elecciones y demás actividades políticas, si bien necesarias, nos alejaron de este y otros problemas. Los informes económicos que dan nuestras autoridades nos demuestran que sería suficiente la plata usada en propaganda oficial para solucionar radicalmente el problema del manejo de basura. Ya está de buen tamaño el que la gente camine en medio de basurales en pleno centro de la otrora “ciudad jardín de Bolivia”. El desastre solo es de responsabilidad de nuestras autoridades y de cómo se maneja la cosa pública. Alguien ya lo dijo alguna vez “hechos y no discursos” XXX

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