CANDIDATOS Federico Escobar Álvarez

Los candidatos se caracterizan por hablar mucho y hacer poco. Especialmente en lo referente al respeto de las culturas originarias, pregonado dentro y fuera de nuestras fronteras, lastimosamente se vio nuevamente avasallada por propios y extraños Tiwanaku, en la segunda entronización de nuestro primer mandatario, en una “ceremonia ancestral”. La cultura tiwanakota recordada en sus ruinas, soportó el trajín y el peso de tanto asistente a dicho espectáculo, al estilo liberal por su culto a la personalidad, incorrecto en socialistas. Las gradas, que normalmente los guías no permiten pisar a los visitantes, cumplieron su ciclo vital hace muchos siglos, fueron dañados, los íconos de una cultura milenaria, deteriorados por aimaras y quechuas presentes, los demás asistentes al espectáculo eran ésas “minorías étnicas”, identificadas por el Vicepresidente, como los representantes orientales, que no tienen nada que ver culturalmente con los andinos. Han estropeado irrespetuosamente esos monumentos aun no descifrados de una cultura que dejó como testigos mudos esas ruinas. Por cumplir ritos de una religión andina, en un Estado laico.
Insistimos nuevamente, de realizar actos cinematográficos de la envergadura que vivimos en la entronización de Morales será mejor que construyan una réplica de cemento cerca para realizar dichos espectáculos. La madre Tierra está en todos lados no solo en esas ruinas.
En ése acto vimos demasiada actuación. Además la movilización obligada de una mayoría de “originarios”. La “espontánea concentración” tuvo varios ensayos que también deterioraron esos restos que deben ser cuidados por todos.
Dejémonos de actos exagerados y dediquen esfuerzos al trabajo conjunto para lograr el desarrollo integral de todos los bolivianos y no limitar el gobierno a dos etnias: la aimara y la quechua, por si acaso mencionan a la Guaraní, pero vemos que los propios “originarios” queman las casas de los Mocetenes (reales originarios) para votarlos de sus tierras y sembrar coca. Solucionen esos abusos en lugar de realizar actos que solo conducen a un populismo incoherente con el socialismo. Cualquier candidato, ya en el poder, incumple sus promesas. XXX