domingo, 14 de agosto de 2011

CENTRALISMO Federico Escobar Álvarez



Hay interés y motivación por las autonomías departamentales, claro que dentro el marco de un riguroso centralismo que cualquier gobierno quisiera mantener. De nada servirán las ideas de la población que llenarán cantidades de libros con sugerencias. Todas las acciones del Gobierno están orientadas a fortalecer, de una manera u otra, el centralismo y el acaparamiento del poder en pocas manos. Por ejemplo los cargos públicos se siguen nombrando desde la sede del Gobierno, sin un examen de competencia y menos tomando en cuenta los méritos acumulados por cualquier profesional. En un Gobierno que hace alarde y priorice la capacidad futbolística antes que la capacidad intelectual muestra a donde nos conducen, aun no ajustan la economía a la realidad del país, simplemente estamos ayudando a que el centralismo se fortalezca y beneficie a pocos, como siempre, a quienes usufructúan del poder. La sede del Gobierno es una muestra tangible de centralismo, todos marchan hacia la hoyada para “hacerse escuchar” por carecer de autonomía, la mayoría quiere hablar con el Presidente y no así con los ministros, que tienen capacidad de decisión. En varios trámites como el de jubilación y otros, los documentos tienen que ir a La Paz porque departamentalmente no existe la capacidad para resolver cualquier trámite.
Será muy difícil y de mucho tiempo adquirir una cultura autonómica que no quiere decir independencia. Cada departamento debe administrar sus recursos y solucionar los problemas del desarrollo de manera diferente, no debe ser marcado desde La Paz el ritmo de avance de los municipios y peor de los departamentos. Hasta en la justicia está patente el centralismo ya que sus operadores obedecen a lineamientos emanados desde esferas del Gobierno. Inclusive las organizaciones sociales buscan la venia gubernamental para realizar cualquier reclamo. Los famosos “sentémonos a dialogar” solo son un pasatiempo para imponer lo ya definido en esferas superiores de La Paz, tampoco los gobiernos departamentales demuestran iniciativa para acciones autonómicas, por sometimiento.
Pareciera que los estatutos autonómicos de Cochabamba serán enviados desde La Paz, con el justificativo de que “la Constitución lo dice”, vulnerado por los propios gobernantes pero aplicado en todo su rigor en los opositores, ejemplos sobran. Nadie quiere opinar por miedo a que le apliquen el famoso justificativo de “desacato”, que simplemente es una desobediencia a una autoridad constituida, pero hasta los servidores del Consejo Legislativo Departamental se las dan de autoridades y están dispuestos a utilizar la palabreja con el fin de “hacerse respetar”, todo por mantener el poder centralista. XXX

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