domingo, 14 de agosto de 2011

ESCUCHAR AL PUEBLO Federico Escobar Álvarez



Pasemos del dicho al hecho, en el tema de “gobernar escuchando al pueblo”. Una parte de ese pueblo son los pobladores naturales del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) quienes se oponen al paso de la carretera Villa Tunari a San Ignacio de Moxos por esa zona, piden a los responsables redefinir el trazo de ésa vía por otro lugar que no afecte a 714 especies de fauna y más de 400 de flora. Habitada por cerca a diez mil personas repartidas en 53 comunidades, quienes realizarán una marcha desde Trinidad hasta la sede de Gobierno oponiéndose a la construcción de un tramo que pondrá en riesgo los doce mil kilómetros cuadrados de dicho parque creado como tal en 1965 con el fin de proteger la biodiversidad.
A esa movilización, que iniciará el 15 de agosto de no atender su pedido, se adhiere el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo (CONAMAQ), según el mallku Walberto Baraona se plegarían 4 representantes de cada una de los 16 suyos afiliados.
Sabemos que las carreteras son importantes en todo país, especialmente en el nuestro con una configuración estratégica para la vinculación interoceánica, Atlántico y el Pacífico, pero de ahí a afectar a miles de árboles, al desequilibrio de la flora y la fauna, además de desestabilizar las comunidades originarias, por intereses de colonos, madereros y cocaleros, no es justificable. Ahora es el momento de escuchar al pueblo, no después de las consecuencias negativas como sucedieron con anteriores decretos que tuvieron que derogarlos con el justificativo de “gobernar escuchando al pueblo”, Los gobernantes están para escuchar al pueblo antes de afectar un santuario nacional apoyado por la creación de Parque Nacional con los privilegios que le otorga esa situación. Esperamos que la racionalidad prime en este asunto y no así los intereses de personas que ganan bien sin trabajar, más conocidos en América por chupópteros (diccionario de americanismos).
Se puede parar la anunciada marcha rediseñando el trazo de la carretera sin incursionar en el Tipnis, situación que lamentaríamos a futuro no muy lejano. No es cuestión política, ni de alguna ONG interesada, simplemente es el respeto por esa tan cacareada y manoseada Madre Naturaleza o Pachamama. El Gobierno tiene que cuidarse de contradecir su propio discurso que en este caso afectará irremediablemente por la invasión fácil, que brindará dicha carretera, a los colonizadores y cultivadores de la coca, como también a los madereros que ya se relamen anticipadamente con las utilidades económicas que les brindará dicha carretera. Brasil paró su crédito para la construcción de esa vía. A nuestros gobernantes les toca obedecer al pueblo. XXX

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