domingo, 14 de agosto de 2011

PREMIAN POR DESPISTADOS Federico Escobar Álvarez


Federico Escobar Álvarez
Periodista

Se condecora en reconocimiento o recompensa de un acto meritorio o gratificar un servicio prestado. Es enaltecer a una persona con honores. Hasta acá lo que nos dice un diccionario básico. Muchos no comprendemos si contravenir las leyes internacionales es mérito para premiar y condecorar a miembros de las Fuerzas Armadas que invadieron ilegalmente, con armas, usando vehículos con placa de Chile. Nos inflan con un patrioterismo típico, todo con la finalidad de distraer problemas graves como el narcotráfico y la posible implicación de miembros o ex miembros del Gobierno, la persecución a autoridades electas por una mayoría, encarcelados por ser opositores a un régimen, mientras quienes quebrantan las leyes son condecorados como premio a su acto delincuencial, porque avasallaron la Ley de convivencia donde se indica que no se puede ingresar con uniforme ni armas a un país sin el consentimiento de su Congreso.
Es inadmisible condecorar a catorce uniformados por transgredir convenios internacionales y leyes de circulación de personas por territorio que no es el nuestro. De seguir esa lógica dentro de poco tiempo nuestros gobernantes estarán colgando medallas en los pechos de los elaboradores y traficantes de cocaína. Es decir que estamos cambiando la paradoja de la convivencia y de la legalidad. En el afán de encontrar un cambio pretendiendo cambiar la ética y las buenas costumbres volcando la tortilla donde los delincuentes tengan la razón y los honrados, respetuosos de la ley llenen las cárceles.
Se debe castigar a los culpables, comunicar a la opinión pública qué es lo que hacían esos uniformados en territorio chileno, armados y en supuestos carros robados. Quién ordenó esa operación militar. En otras épocas a los invasores de territorio ajeno no solo los engrillaban de pies y manos, por transgredir leyes de convivencia internacional, sino que era motivo de iniciar una guerra o sencillamente de fusilarlos porque “se entraron en casa ajena” como vulgares delincuentes, mereciendo castigo en lugar de una medalla de homenaje.
Mientras nuestros uniformados realizaban la “invasión”, apresados y se caldeaba el patrioterismo, en el Brasil pasaban un video donde la Policía Boliviana tenía a un ciudadano brasileño totalmente desnudo y con una tabla larga, especialmente cortada para torturar, lo pegaban, daba saltos de dolor, eso si son malos tratos y atentados de lesa humanidad, porque dicho ciudadano no ingresó con armas ni en autos supuestamente robados a nuestro país, que hasta el momento no se esclarece ése hecho. Chile no quiso mellar el uniforme militar boliviano pidiendo se quiten los uniformes para vestirse de civiles para no deshonrar, merece reconocerse. Hubiese sido un deshonor encerrarlos en celdas policiales con el uniforme boliviano.
Los oficialistas, que nunca disienten del actuar del Gobierno, están de acuerdo con el premio, pero una mayoría piensa que es un desacierto del Presidente mellar un premio en quienes violaron las leyes y tratados internacionales no justificables por las acciones de 1879. XXX

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