domingo, 14 de agosto de 2011

PREVENGAMOS LOS CONFLICTOS Federico Escobar Álvarez



Tanto perjuicio y sacrificio por uno o dos puntos en el incremento salarial, debe llamar a una seria reflexión en el sector de dirigentes de los trabajadores y encarar a futuro el tema salarial desde otras perspectivas. Mucha movilización por algo que podría haberse negociado de otra manera, como participar durante la confección y antes de la aprobación del presupuesto general del Estado Plurinacional, en la que se puede negociar inclusive la disminución del porcentaje en el dinero que se destina a las Fuerzas Armadas y a gastos reservados, aun en vigencia, para destinarlos a salud y educación.
Los puntos que se acordó entre los dirigentes de la Central Obrera Boliviana y el Gobierno, no deben quedar en el documento por deficiencias en las comisiones conformadas como en el caso de la Caja Nacional de Seguridad Social, que no prestaron servicios por mucho tiempo debido a la huelga tanto de los trabajadores como de los médicos, esta institución requiere una pronta solución a sus falencias especialmente en el trato personal a sus asegurados y beneficiarios. Estamos seguros que debatirán el tema de los médicos familiares y su desempeño en bien de los asegurados, porque hasta el momento la mayoría de esos profesionales, con excepciones, trabajan generalmente a desgano todo el año. Las sugerencias que se hacen llegar mediante los buzones distribuidos en algunos lugares no llegan a solucionar ninguna deficiencia. En sus farmacias escasean los fármacos y el cuadro básico disminuye cada año que pasa, pareciera que estuviesen cuidando la economía de la institución pero para que dispongan de ella a discreción los ejecutivos del ente asegurador. Las colas para ser atendidos por los profesionales, además de la carencia de especialistas que disminuyen en la medida en que se van jubilando los expertos, dejando a los médicos generales llamados familiares casos que necesitan la atención especializada en determinadas enfermedades como la diabetes y otros.
Las movilizaciones sociales tienen que ser prevenidas por los ministros del ramo antes de que exista una convulsión social como las que vivimos las semanas pasadas. Ministro ineficiente tiene que ser cambiado de inmediato, sin entrar en la lógica del “ministro criticado por la oposición se mantendrá en el cargo” porque fomenta la mediocridad en dichos funcionarios del Estado quienes deberían servir al bien común desde sus carteras y no generar problemas o esperando bloqueos u otro tipo de movilizaciones para darse cuenta del problema a encarar. La dirigencia de los trabajadores tiene que aprender a gestionar la solución a sus problemas donde corresponda antes de sacar a sus dirigidos a las calles, lo demás es estulticia. XXX

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