FALTA CAPACIDAD TÉCNICA Federico Escobar Álvarez

Los artículos de la canasta familiar suben día a día, además hay carestía de algunos productos. Con las protestas callejeras no logramos otra cosa que demostrar esa situación además de los intereses propios de diversos sectores, especialmente de los comerciantes y de los transportistas, quienes no consideran que los sueldos sean bajos en la mayoría de la población. El azúcar poco a poco se convierte en un artículo de lujo por su precio y carencia, pese a las toneladas que importamos de otros países. Además del efecto multiplicador en los productos que utilizan el endulzante. Las amas de casa ven disminuido en cantidad y calidad los artículos de primera necesidad. Los gobernantes, como en todos los tiempos, se lavan las manos echando la culpa a los fenómenos naturales, sean sequías o inundaciones para justificar el desabastecimiento, pero la realidad demuestra que es una falta total de previsión y fomento a la agroindustria. Las energías se les diluyeron en el usufructúo de poder y el populismo, careciendo totalmente de políticas para asegurar la alimentación de la población.
Tienen que acabar con los parches coyunturales y encarar la situación con profesionales en la materia para abaratar costos garantizando la producción. Si hubiesen dedicado su esfuerzo al mantenimiento de las cuencas hídricas, serían escasos los desbordes de los ríos, pero lamentablemente cualquier acción está orientada a impactar a los habitantes con pequeños “defensivos” que llegado el momento no contienen la furia de las aguas, como ocurrió en el Trópico cochabambino donde la producción de coca es de mayor importancia que a la obtención de alimentos. Sufrimos las consecuencias de la improvisación, de la pugna interna, de la falta de visión técnica para garantizar la seguridad alimentaria y prevenir los excesos de la naturaleza.
No es con desfiles ni concentraciones, que son el circo de una sociedad, que elevaremos la producción agropecuaria. Antes no faltaba azúcar, pero parece que la producción de ése elemento disminuyó debido a varios factores entre los que está el político y la ausencia de seguridad jurídica y el respeto a la inversión privada. Probablemente los propietarios de los ingenios azucareros ya tienen sus capitales invertidos en otros países como sucedió con algunas granjas de pollos. La cacería de opositores también tiene su parte como el egoísmo humano que no desea compartir con otros sus productos. Si los predios están siendo invadidos por “organizaciones” como los “sin tierra” que ocupan haciendas dedicadas a la producción de alimentos bajo la protección de gobernantes, entonces habrá carestía y la gente sufrirá las consecuencias como el alza de precios, entre otras. XXX