domingo, 10 de abril de 2011

FELICIDADES KOCHALAS Federico Escobar Álvarez

¡Felicidades kochalas! por doscientos años de lucha libertaria, para constituirnos en esta bella ciudad, pese al mal manejo de la basura, al caos vehicular, la inseguridad ciudadana, a la injusticia, con una democracia muy a nuestro estilo Alto Peruano. Doscientos años para un pueblo pujante es poco tiempo. Superemos el espectáculo que nos brinda este acontecimiento, transformando nuestra vida para perfeccionar la relación entre humanos, alcanzando nuestro desarrollo. Más allá de los bonitos y acertados, en algunos, discursos debe llevar a nuestras autoridades a la coherencia en sus acciones con los postulados por las que lucharon y trabajaron nuestros antepasados. La historia debe servirnos para no repetir los errores que impiden crecer, como la envidia, la flojera, la mentira y el robo. Nuestras autoridades tienen que ocuparse del bienestar de todos y dejar el servilismo al Gobierno central. Estos festejos del bicentenario deben comprometernos a cambiar la forma de hacer política neoliberal y con saña y venganza hacia al opositor. Tenemos que trabajar para que haya mayor justicia y que esta no beneficie solo a los gobernantes de turno, sino administrarla correctamente, tenemos que aclarar muchos casos no resueltos, como el de Epizana, la defenestración de alcaldes de la oposición y tantos otros casos manejados fuera de los marcos legales. Los habitantes de Cochabamba merecemos vivir en paz, protegidos por las leyes, sin venganza, al contrario, sancionando la corrupción cometida por muchos hoy en día. Enfoquemos nuestros esfuerzos para generar más empleo disminuyendo la pobreza o desterrándola en lugar de acallar a los opositores, porque una democracia sin oposición es totalitarismo, así de simple.
Felicitamos a toda esa gente que trabaja por el progreso de esta tierra de manera silenciosa y lo hace bien. Protejamos nuestras riquezas explotándolas racionalmente y sobre todo cumpliendo las normas, las autoridades deben ayudar a hacerlas cumplir de manera equitativa. Tenemos que llamar las cosas por su nombre, la maledicencia y entre ellas la corrupción no da factura ni pruebas o sea que dejémonos de payasadas que a sabiendas que hubo corrupción se tenga que perseguir a quienes lo denuncian, eso es simplemente miedo, como en el caso de un Banco defendido por todo el Gobierno. No perdamos el espíritu de lucha, no tanto en las calles como en nuestro diario vivir para encontrar ese vivir bien, tan pregonado pero mal llevado. Que la crítica nos indique los mejores caminos para acabar con la pobreza. Son grandes los desafíos que con coraje y voluntad podremos vencer ese reto logrando un desarrollo integral sin egoísmos, con honestidad, castigando a quienes incumplen la ley por muy oficialistas que éstos sean. ¡Felicidades kochalas! ¡Viva Cochabamba! XXX

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