domingo, 10 de abril de 2011

FRONTERAS SIN CONTROL Federico Escobar Álvarez

Pobladores y autoridades del departamento de Pando denunciaron y están preocupados por la “invasión” de brasileros en territorio boliviano, no se trata de la normal circulación de gente en una frontera, sino que por ser época de recolección de la almendra, aumenta el ingreso ilegal de personas en nuestro territorio, quienes muchas veces se quedan convirtiéndose en los contrabandistas de madera fina requerida por otros países. No existe control riguroso en nuestras fronteras las que, como de costumbre, están descuidadas, especialmente porque las fuerzas encargadas de defender la integridad territorial se encuentran en otros afanes o preparando suntuosos desfiles, tal vez cuidando la estructura gubernamental en las diferentes capitales de departamento según la importancia y la capacidad de opositores circunstanciales al régimen, olvidándose de las fronteras.
El contrabando, tan bullado, de combustible, se realiza en cisternas de gran capacidad hacia el Brasil, y aunque parezca increíble un par de contrabandistas son personas allegadas al gobierno, es cuestión de investigar, porque la delincuencia no da factura ni pruebas para demostrarlo, es cuestión de vivir en la zona para confirmar lo anterior.
Es tiempo de dedicar atención a las fronteras, especialmente en aquellas zonas ricas en recursos naturales. No permitan que nuestra gente sea desplazada por extranjeros, por ahora en la recolección de la almendra y la castaña, luego de la madera y de otras riquezas como el oro, peces de nuestros ríos o especies cuya caza está prohibida en el Brasil pero en Bolivia es permitida por carecer de recursos técnicos y agentes de disuasión que impidan el saqueo impune de la naturaleza. Entre los colonos andinos y los brasileros convertirán en un desierto inhabitable esa parte amazónica. El Brasil está construyendo tres represas para dos hidroeléctricas de gran capacidad, desplazando a los originarios de esas zonas amazónicas y atentando contra el hábitat natural de varias especies. También se atrevieron a sugerir la construcción de otra hidroeléctrica en Cachuela Esperanza, norte del Beni, como “pago” por dañar el medio ambiente, en un principio hubo reclamos tímidos y ahora ya no se escucha nada mientras avanzan las obras y el agua cubre inmensos espacios de selva, generadora de oxígeno para la humanidad. Están más preocupados por lo que pasó en Cancún, pero en nuestras narices suceden peores atentados contra la naturaleza y no hacemos nada. Es urgente y prudente dedicar mayor atención a nuestras fronteras, los gobiernos saben cuidarse, inclusive usando la coima y la mentira, como en el caso de “el viejo”, nuestras fronteras necesitan mayor control de las Fuerzas Armadas. XXX

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