FIDEL: ¿DÓNDE ESTÁ EL CHE? - Federico Escobar Alvarez

En marzo de 1965, desapareció de Cuba el lugarteniente de Fidel Castro. Preguntamos, desde esta columna, al agónico líder cubano, Fidel: ¿Dónde está el Che?, pretendió la expansión de la lucha armada en América y una Revolución Cultural semejante a la de China, pero, Fidel, escogió la coexistencia pacífica, propalada por la entonces potencia Unión de Repúblicas Socialistas. En aras de ésa política internacional se sacrificó la vida o la libertad del Comandante Ernesto Guevara conocido como el Che. Por esos intereses el Comandante Guevara desapareció por dos años para “reaparecer” en la burda patraña que terminamos por creer: las acciones guerrilleras de Ñancahuazú.
Este mes de marzo se cumple 44 años del encierro, en algún lugar de la Siberia rusa o el fusilamiento del comandante Che Guevara. Volvemos a preguntar, Fidel: ¿Dónde está el Che? ahora que estás al final de tus días no prives a la humanidad conocer la verdadera historia de la desaparición del Che, ya no valen los teatros ni las farsas, porque el Comandante Ramón que combatió en las Guerrillas de Bolivia era un sosias y tu lo sabes. Dicho comandante, Ramón, se dejó llevar por la tramoya montada por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos (CIA) y de la ex URSS (KGB).
Otra pregunta, sin ánimo de ofender a nadie, menos a los “gloriosos” participantes de esas acciones, llenas de farsa y opípara comilona, que cuenta Ramón en su diario, también redactado por la CIA, ¿por qué hizo desaparecer a su Ministro de Industria? En el umbral de tu muerte, Fidel, tienes que decirnos la verdad. Valió la pena la farsa por una coexistencia pacífica con tantas muertes y desapariciones, con tantos presos de gente que piensa diferente. Desgraciadamente tu política fracasó y es una pena que algunos ingenuos líderes nuestros pretendan seguir tus pasos, mala suerte para la humanidad y las comunidades sudamericanas.
La reaparición del Che en la guerrilla boliviana organizada y liderada por Inti Peredo y el sacrificio de Ramón, no justifica ocultar la verdad sobre el destino del verdadero Ernesto Che Guevara.
XXX