domingo, 5 de julio de 2009

LOS DETENIDOS DE PANDO - Federico Escobar Alvarez

Las detenciones, a opositores al Gobierno, en el municipio de Porvenir, a pocos kilómetros de Cobija, en horas de la madrugada e invadiendo hogares en clara desobediencia a lo dispuesto por la flamante Constitución, ocasionó el repudio general de la población incluyendo a militantes del partido oficial. También hay tensión por la intromisión del órgano Ejecutivo en el Judicial. A todas luces es una acción contra los derechos humanos, y qué dicen al respecto aquellos que otrora defendían esos derechos y ahora encaramados en el poder sólo defienden al patrón que los emplea como ministros, viceministros y otros.
Algunos oficialistas justifican esa acción cometida por uniformados encapuchados del Ejército y de la Policía, porque habría sido una orden de Fiscal, pero aun así se deberían respetar la jurisdicción Judicial de Pando y no atentar los derechos fundamentales de la gente y de quienes fueron trasladadas a la sede del Gobierno, en la que también está el Alcalde constitucional de Porvenir.
De acuerdo a las declaraciones del Gobierno y los representantes presidenciales (¿para qué sirven los Prefectos?) Deberían actuar de la misma manera en todos los casos, como los contrabandistas de los 33 camiones por el sector amazónico, por qué con unos se desplazan a fuerzas uniformadas y en otros se “investiga” en comisiones que hacen perder el tiempo y la paciencia. La ley tiene que aplicarse pareja para todos, porque de la manera que cometieron el crimen jurídico en Pando, dándonos señales de que “unos son más iguales que otros”.
Hay varias maneras de participar en esos sucesos, también se peca por omisión, si el Gobierno no ordenó esa acción, debería repudiarla y sancionar a los infractores de la recién promulgada Constitución, no es cuestión de manifestaciones ni desfiles, tampoco juramento que luego se abjura para cometer semejante crimen de lesa humanidad. No hay justificativo alguno, para muchos sólo es un acto de venganza porque allá ganó el “no” en el pasado referendo nacional, lo cual parece confirmarse. Hay demasiado mal olor en determinadas acciones de nuestros gobernantes y en quienes defienden a estos, sin convicción.

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