NADA CAMBIA - Federico Escobar Alvarez

Nada cambia, solo personas. Deseamos ver cambios en la manera de gobernar, no solo de personas sino las viejas prácticas de hacer política. Cambiar la forma disfrazada del asalto a la propiedad privada. Cambiar esa tonta manera de atacar al oponente y relativizar las acciones oficialistas. Dejar de convocar al desacato y al atropello desde las tribunas donde las autoridades deberían demostrar su sabiduría en conducir al bien común. En la entrega de títulos de propiedad de tierras el Prefecto interino del departamento llamó a la insurrección, a la sedición, convocando a los campesinos a marchar hacia La Paz y cercar el parlamento o tal vez a su clausura. Esos lapsos mentales, debido a la euforia del momento son comprensibles, pero ser reiterativo en el llamado ya es una actitud necia, irracional no apta para una primera autoridad departamental y además que ocupa el cargo interinamente, porque con los prefectos nombrados por el Ejecutivo se rompió la cadena democrática de los elegidos por el voto democrático.
Nadie se opone a una “revolución democrática” la misma que deberá llevarse dentro los marcos que dicta la ley y no llevados por el capricho egoísta de un gobierno que desea sustituciones, con un populismo mal llevado, la institucionalidad del país. Es una vergüenza internacional la manera cómo se realiza la gestión gubernamental, con honrosas excepciones. Existen muchos ejemplos de incumplimiento a la nueva constitución aprobada recientemente. Hay simples reemplazos, se quita los Evangelios en los juramentos pero se mantiene el rito, colocando otro ícono en el lugar, se dice ser estado laico pero se realizan sahumerios en el palacio con sacerdotes andinos, solo cambiaron la forma, la superstición continúa. No existe transparencia en la gestión gubernamental, la corrupción y la cocaína en ascenso, pareciera que aquellos que denuncian corrupción van a la cárcel y los delincuentes son protegidos. Siguen las viejas prácticas y la mayoría de nuestros gobernantes están mareándonos con palabras y declaraciones que no tienen un asidero real. No más venganzas. Deseamos un cambio, pero que sea de verdad. Que haya justicia para todos y no solo para los del partido oficialista y sus acólitos corruptos. XXX